Se nos va el hermano, el hijo, el tío. Todos estamos de capa caída pero impidiendo aflorar nuestra tristeza hasta los últimos minutos de su visita, hasta la temida hora de su partida.
La frase cliché: el tiempo pasó muy rápido. Así fue, pero disfrutamos cada minuto de esas 7 semanas, cada minuto de esta oportunidad que jamás pensamos que se nos daría, y que no creo que se vuelva a dar, al menos no en las mismas condiciones. Gracias hermano, fueron días maravillosos, para mí y para todos los que te tuvimos cerca. Nos hiciste inmensamente felices, como que el rompecabezas estuvo completo otra vez, pero eres una piecita que completa otro rompecabezas mas y que está tan lejos que ni siquiera podemos juntarlo al nuestro, así que estaremos esperando pronto poder completar nuestro rompecabezas de nuevo, al menos por unos días cada cierto tiempo, así es la vida no?.
Y te vamos a extrañar horrores, siguiendo con nuestra vida claro, pero recordando cada momento; bueno ya hemos pasado por esto, pero es tan difícil acostumbrarse, así que ya sabemos que los primeros días son los mas nostálgicos, luego volvemos a familiarizarnos con las llamadas telefónicas y los e-mails y finalmente ya queda la esperanza de un cercano reencuentro.
Y como no extrañar ese toquecito de humor negro que te caracteriza; ese buen gusto que tienes, excepto con eso de las carnes crudas; esas ganas de ayudar al resto; esa costumbre, heredada de padre y madre, de andar haciendo cálculos matemáticos en la mente como si tu ipod no pudiera hacer lo mismo; esa fascinación por los carros, sobretodo por los "clásicos", ese afán de resolver cualquier problema; ese amor natural por los niños...
Volvemos a la frase cliché: el tiempo pasa rápido y estaremos contando los días para volver a tenerte con nosotros.