viernes, 21 de noviembre de 2008

Que me pongo?


Oh sí el problema de siempre, sobretodo para los fines de semana, y ni se diga de las fiestas y los matrimonios. Tienes que buscar el vestido, los zapatos para el vestido, la cartera para el vestido (hasta que te casas y todo va a parar al bolsillo del saco del esposo), los aretes para el vestido, el peinado para el vestido, entre otros a considerar.
Sobretodo creo que una cuando sale se pule en arreglarse por dos motivos: o porque está muy entusiasmada con la ocasión, o porque va a haber gente indeseable (que pueden ser desde enemigas declaradas hasta conocidas de dudosas intenciones, léase hipócritas), ciertamente una se arregla mas para las enemigas que para las amigas, obvio, tus amigas son tus amigas y no te van a ver mal y menos criticar, bueno por ahí un rajecito nunca faltará, son mujeres al fin y al cabo, pero mas nada, en cambio las indeseables te harán polvillo cada vez que les des pie.

Entonces que haya indeseables en la fiesta agranda el problema porque no podrás repetir vestido, no hay forma, porque quizá tú no recordarás si ya te lo habían visto pero ellas sí que lo harán, además con esto del hi5 y el facebook nunca sabes en qué foto, de quien y de cuándo, puedes aparecer con esa ropa.

Y lo peor es tan solo imaginar que justo vaya otra persona con el mismo vestido, horror, ahí sí una desearía estar 3 metros bajo tierra. Y aunque no sean exactamente iguales por el solo hecho de que sean del mismo color y mas o menos el mismo corte ya es lo suficientemente incómodo como para optar por irte a sentar al extremo opuesto de la que llamarán “tu gemela”, y si es mas de una con la que has coincidido en color pues dirán que son “las damas de honor”.

Suerte de los hombres, sólo cambian la corbata... y eso...